La planificación estratégica se ha convertido hoy en día en una condición indispensable para el despliegue de los proyectos transformadores de nuestras ciudades, pueblos y territorios. Sin embargo, de nada sirve iniciar un proceso de este tipo si no es realmente estratégico, cuenta con una metodología eficaz e innovadora, y está alineado con los principios de las agendas internacionales.
Los viejos modelos para la planificación han dado paso a nuevas y más potentes metodologías, en respuesta a la urgencia de contar con instrumentos capaces de afrontar los desafíos territoriales desde un enfoque integrador, transversal, multinivel y multiagente.
La planificación empieza con un buen diagnóstico
Una buena planificación comienza con el análisis detallado y específico de la situación de partida. Un diagnóstico estratégico que contemple y defina de forma integrada e interrelacionada las grandes problemáticas de nuestro territorio, que visibilice los recursos con los que contamos, y que ofrezca una comparación cualitativa respecto a otros territorios de referencia. Esto nos ayudará a obtener una imagen objetiva y sentar las bases de nuestro horizonte deseado.
El benchmarking de casos, el análisis de indicadores y de tendencias estadísticas, así como un análisis DAFO y CAME serán algunas de las herramientas clave que usaremos.
La actuación participada de los agentes sociales, económicos y políticos que intervienen en la observación y toma de decisiones urbanas y/o territoriales será fundamental a lo largo de todo el proceso, así que en este momento consideraremos de manera esencial el trabajo con la Cuádruple Hélice: ciudadanía, administración pública, tejido empresarial y asociativo, y ámbito académico. Para ello, las técnicas de participación presencial u online serán nuestras mejores aliadas.
Definir el horizonte deseado según los marcos de referencia
Orientar la mirada de forma estratégica hacia un horizonte de intervención realista será el segundo hito de nuestro proceso. Aquí tendremos que ser capaces de identificar los grandes retos a los que nos enfrentamos, atendiendo a los marcos de referencia de carácter nacional e internacional, para crear una hoja de ruta donde establezcamos y prioricemos las líneas de actuación que queremos seguir, en función de la urgencia, importancia y coherencia con los objetivos propios y los de escala superior. Para ello, los Objetivos Estratégicos de la Agenda Urbana Española y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 actuarán como óptimas guías.
Hay que tener en cuenta que una alineación coherente con los marcos de referencia internacionales propiciará un mejor posicionamiento a la hora de buscar financiación para el despliegue de nuestros proyectos.
Nuestro plan de acción deberá ser realista y coherente
El plan de acción será un documento vivo y flexible que contenga los proyectos transformadores para nuestra realidad, en respuesta a la planificación previa, los retos propios, y los principios de las agendas internacionales, encauzando los esfuerzos económicos y técnicos necesarios para lograr el avance que deseamos.
El levantamiento de los proyectos se concretará a través de la identificación de aquellas acciones más estratégicas, y la definición de un cronograma coherente y objetivo, un mapa de agentes clave y otro de financiación, permitiéndonos planificar, distribuir y priorizar los recursos humanos y económicos.
Para que los proyectos sean de verdad transformadores deberán ser ambiciosos e innovadores desde el punto de vista económico, teniendo en cuenta la sostenibilidad económica, territorializada y diversificada; social, hacia la igualdad de oportunidades y la inclusión; y ambiental, desde una perspectiva que contemple la mitigación y adaptación al cambio climático en todas sus esferas. Para ampliar información sobre esto, echa un vistazo a la revista donde lo explicamos con más detalle.
Si bien hay que considerar que la implementación de cada plan depende de la existencia de los recursos mencionados, se recomienda plantear una hoja de ruta con proyectos desarrollables en el corto plazo (2023 – 2026), medio plazo (2027 – 2029) y largo plazo (2030 en adelante). De esta manera nos estaremos asegurando una alineación con las prioridades de financiación del Marco Financiero Plurianual (2021-2027) y otros programas de fondos europeos y nacionales todavía por llegar.
Indicadores manejables como clave para la evaluación
La evaluación puede ser una de las partes más complejas para las entidades que decidan iniciar un proceso de planificación ya que el correcto análisis de resultados implica un considerable despliegue técnico, sin embargo, se trata de una fase fundamental puesto que permite, por un lado, aumentar los niveles de compromiso de los agentes implicados, y por el otro, identificar los puntos de acierto o fallo, sirviendo como modelo de aprendizaje y buenas prácticas incluso para otros territorios. Por eso, disponer de indicadores manejables y un buen modelo de gobernanza será imprescindible en este momento.
En esta última fase estableceremos los hitos temporales para la evaluación, y definiremos los indicadores más adecuados, manejables y adaptados a cada área temática que hayamos abordado. Los 72 indicadores de la Agenda Urbana Española serán una gran referencia para ello.
Desde TECH friendly apostamos, además, por crear herramientas basadas en la tecnología a partir de indicadores fácilmente medibles que nos ayuden en el seguimiento y evaluación. Así, el diseño de observatorios digitales y la capacitación a los equipos político-técnicos para el seguimiento de las Agendas Urbanas se ha convertido una de nuestras grandes apuestas.
Si quieres echar un vistazo a algunos ejemplos de planificación estratégica con la que hemos trabajado, te recomendamos que veas la Estrategia Urbana València 2030 Agenda Urbana de Castelló 2030 , la Agenda Urbana de Lalín o la Agenda Urbana Aranda de Duero – Agenda Urbana Aranda de Duero
Los viejos modelos para la planificación han dado paso a nuevas y más potentes metodologías, en respuesta a la urgencia de contar con instrumentos capaces de afrontar los desafíos territoriales desde un enfoque integrador, transversal, multinivel y multiagente.
Equipo de Estrategia y Desarrollo Urbano Sostenible
TECH friendly
