En el marco de la Semana Europea de la Movilidad 2024, hoy os compartimos cómo la Ley 11/2023 de Movilidad Sostenible de Euskadi representa un cambio estratégico en la planificación de la movilidad, con el objetivo de reducir la huella de carbono y promover un transporte más eficiente y respetuoso con el medio ambiente. Esta normativa tiene implicaciones profundas para los municipios y territorios, y establece un marco integral para abordar la movilidad en Euskadi desde una perspectiva sostenible y socialmente inclusiva.
La Ley 11/2023 no solo responde a la urgencia de la crisis climática, sino que también busca transformar la movilidad en Euskadi, favoreciendo un modelo más inclusivo y sostenible. Este enfoque integral permite abordar los desafíos de movilidad desde múltiples frentes: urbanístico, económico, social y ambiental.
¿Qué beneficios tiene para los territorios y municipios?
- Intermodalidad del transporte. En un plazo de dos años, todos los títulos de transporte en Euskadi deberán ser interoperables, facilitando así el uso combinado de diferentes medios de transporte.
- Sistema tarifario único. La ley promueve la creación de un sistema tarifario único que integrará las tarifas en todo el territorio vasco, reduciendo las barreras de uso del transporte público.
- Movilidad activa. Otro aspecto clave es el impulso de la movilidad a pie y en bicicleta, mediante la promoción de infraestructuras adecuadas, espacios públicos de calidad, como aparcamientos seguros para bicicletas en edificios públicos y nuevas viviendas. Los municipios deberán diseñar y planificar teniendo en cuenta los criterios de movilidad sostenible, priorizando el acceso peatonal y la pacificación del tráfico.
Impacto en los municipios
La ley establece que los municipios con más de 5.000 habitantes deberán formular planes de movilidad sostenible, coordinados con los planes territoriales y regionales. En el caso de los municipios entre 5.000 y 20.000 habitantes, las diputaciones forales colaborarán con estos bajo un marco de elaboración preestablecido de estos planes, con el fin de asegurar una implementación homogénea en todo el territorio y en base a unas metas y objetivos comunes.
Los municipios más pequeños, aquellos con menos de 50.000 habitantes, no quedan excluidos de la ley. De hecho, la normativa incentiva medidas fiscales y urbanísticas que promuevan la movilidad sostenible. Se introducen incentivos fiscales para desincentivar el uso del transporte contaminante, y bonificaciones para fomentar medios de transporte no motorizados.
Cambio de paradigma en la movilidad en Euskadi
Quizá uno de los aspectos mas innovadores de esta ley sea su enfoque en la participación ciudadana. La ciudadanía vasca tiene derechos y obligaciones en relación con la movilidad, como el derecho a acceder a transporte público de calidad, independientemente del lugar de residencia, y por primera vez, la posibilidad de participar en los procesos de diseño y planificación de movilidad.
El cambio de paradigma también se refleja en la necesidad de alinear las políticas urbanísticas con los objetivos de movilidad sostenible. Los municipios deberán integrar criterios de movilidad activa y accesibilidad al transporte público en sus planes de ordenación territorial, priorizando la movilidad peatonal y ciclista, además de la seguridad vial.
La ley marca un hito en la transición hacia una movilidad neutra en carbono, en línea con los objetivos de la Unión Europea de alcanzar la neutralidad climática para 2050. Para ello, establece un marco legislativo que combina la planificación urbanística, la gestión del transporte público y las políticas fiscales, todo con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad de vida en las ciudades y municipios vascos.